¿Te imaginas una cata en ausencia de luz? ¿Crees que se potenciarán más los sentidos del gusto y el olfato? ¿Cómo se organiza una cata de este tipo? Te contamos cómo fue la cata de AOVE nocturna en el club Obvlco. Club dirigido por nuestro amigo Pablo González.
La jornada de cata nocturna comenzó con las presentaciones tanto del club como de los invitados al evento. Un pequeño club que cumple su primer año de funcionamiento y que consta ya de quince miembros. Todos ellos de la localidad.
Los objetivos propuestos por el club son: formación, difusión y evolución. Formación de nuevos catadores que sepan diferenciar qué aceites se obtienen del fruto de la aceituna y cuáles son las categorías comerciales. Creación de cultura de aceite de oliva virgen extra (aove) mediante la organización de actividades, para que cada vez más personas se familiaricen con los aceites de oliva; y mejora de la calidad de éstos, para que pueda evolucionar el sector.
Los asistentes tuvieron el placer de conocer a María del Mar Manrique, gerente de la Coop. San Vicente de Mogón (Jaén). Mar explicó cómo trabajan cuidadosamente desde la producción hasta la elaboración para obtener el aove Puerta las Villas. Antonio Mingorance y Rosa Melgarejo llegados desde Rute (Córdoba). Concretamente desde el Cortijo La Toquera y su aove bajo esta marca. Una familia implicada al completo en la producción de un excelente aove de calidad. Por último, Sonia Gómez que vino desde Córdoba y que trabaja diariamente con aromas en alimentos, por lo que es gran conocedora de infinidad de matices que se pueden encontrar en éstos.
Tras las presentaciones, dio comienzo la jornada de cata nocturna. El objetivo principal de esta cata era profundizar correctamente en las sensaciones que transmitían los aceites y qué se podía percibir en ellos, en ausencia de la visión. Se dividió en tres partes: aromas, sabores y cata de cuatro aceites. Comenzaba al atardecer para que los asistentes se familiarizasen con el material que tenían que utilizar, coincidiendo con la puesta de sol.
Aromas. En vasos opacos, sólo con unas pequeñas rejillas por donde escapaban los volátiles del interior, tuvieron que adivinar aromas había dentro. Con esto se potencia el sentido del olfato, ya que olores familiares resultaban más complejos de identificar, sin el sentido de la vista.
Sabores. Posteriormente y al igual que los aromas, había que identificar alimentos que se molieron previamente. Esto se hizo para evitar distinguir con la vista, la forma que tenían. Así, se potencia el sentido del gusto y del tacto, con alimentos de uso cotidiano pero que, al no conocer su morfología, intensificaban el trabajo de estos dos sentidos para la correcta identificación.
Cata de aceites. Por último, llega la parte más interesante de la noche. Se catan cuatro aceites de oliva virgen de diferentes categorías: un lampante, un virgen y dos extras, en este orden. Mientras entra la noche se catan dos aceites con defectos de diferente intensidad. Ya en plena oscuridad, quedan dos aceites por catar, uno de la variedad Picual y otro de la variedad Frantoio, ambos vírgenes extra. Dos aceites singulares y parcialmente opuestos en notas sensoriales, que invitan a los asistentes a poder apreciar gran cantidad de matices. Estos aromas se potencian gracias a la ausencia de la vista, agudizando así el resto de sentidos. Todo esto sumando el entorno al aire libre, tranquilo y fresco.
Estas actividades donde participan tanto personas que se inician por vez primera en la cata, como conocedores de la misma, favorecen el enriquecimiento mutuo, consiguiendo así que cada vez más personas puedan distinguir los diferentes aceites de oliva que se encuentran en el mercado y apreciar las cualidades un aceite de oliva virgen extra.
Si quieres ponerte en contacto con el club para obtener información de sus próximos eventos o formar parte de él, no dudes en enviarles un correo al buzón obvlcoclubdecatagmail.com